Alameda de adiós
Alameda de adiós, hoy te paseo
sin encontrar la calle del olvido
y transito a menudo el recorrido
no logrando calmar a mi deseo.
No quisiera escuchar a ese zureo
que me envuelve y me priva de sentido,
me condena, me abraza a lo querido...
¡ni veo el fin, ni en la esperanza creo!
Hoy me siento a pensar en el futuro
y el pasado se asoma caprichoso
saludando, sintiéndose seguro.
Yo, le despido en tono cariñoso
recordando que espero al amor puro...
apasionado, dulce, ¡delicioso!
sin encontrar la calle del olvido
y transito a menudo el recorrido
no logrando calmar a mi deseo.
No quisiera escuchar a ese zureo
que me envuelve y me priva de sentido,
me condena, me abraza a lo querido...
¡ni veo el fin, ni en la esperanza creo!
Hoy me siento a pensar en el futuro
y el pasado se asoma caprichoso
saludando, sintiéndose seguro.
Yo, le despido en tono cariñoso
recordando que espero al amor puro...
apasionado, dulce, ¡delicioso!
Elvira Sierra
(Enero 2011)
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