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viernes, 31 de mayo de 2013

VERDADES...







Verdades...

No es cierto que de amor esté muriendo,
ni es cierto que te quiera con locura,
ni tampoco me ahogo en la ternura;
hace tiempo que yo no me comprendo.

El dolor a mi  verso va vistiendo
con ropajes de tímida amargura
aunque a veces asoma la mesura
que suaviza la palabra y su atuendo.

Verdad es que no estoy enamorada
y verdad que no escucho esa sonata;
amor, dolor, pasión, cosa pasada...

Verdad es que su ausencia me delata
cuando se me humedece la mirada
manando la salina catarata.    

 Elvira Sierra
(Mayo 2013)


jueves, 30 de mayo de 2013

EL FUEGO DEL AMOR



    


El fuego del amor

Pavesa destructora de la calma,
hoguera que de súbito calcina
y encendida de forma repentina,
desarma a la razón; te abrasa el alma.

Serpentina invasora del sosiego,
flama devoradora que te ciega;
catástrofe total, tragedia griega
que fomenta y aviva siempre el fuego. 

Llamaradas rojizas de locura
están siempre candentes y al acecho
ascienden  crepitando por el pecho
donde queda escondida la  ternura.

La pira te consume, allí agonizas.
Es ascua enamorada que hace llama
da vida al corazón, todo lo inflama
y al final solo quedan las cenizas.


Elvira  Sierra
(Mayo 2013)


martes, 28 de mayo de 2013

ME DERROTA EL AMOR







Me derrota el amor

Me derrota el amor en su batalla,
sin haberla librado estoy vencida.
Él controla ese juego sin medida;
derrumba con un soplo mi muralla.

Se adueña de tu pecho cuando estalla,
no atiende a la razón establecida,
te anula de una forma enloquecida,
te arrastra sin piedad y te avasalla.

Es la guerra perdida de antemano
cuando saca las flechas el arquero
de su aljaba, y te apunta con la mano.

Salvarme de ese dardo cruel espero,
a veces en la duda me devano...
bien sé; que el amor mata y sin él muero.


Elvira Sierra
(Mayo 2013)


domingo, 26 de mayo de 2013

FLOR DE CEREZO






Flor de Cerezo
(Sakura)

Es la flor del cerezo en primavera
que tras tenaz empeño al fin florece
y se agarra a la rama en la que crece
brindando con el cielo en lenta espera.

Años tarda en brotar por vez primera
cuando en el árbol tímida aparece,
pero al lograr nacer pronto perece;
es luchar por la vida aunque se muera.

Es roja la pasión de su belleza
que refulge en su piel brillante y fina;
seductora en la boca es la cereza.

Botón sutil, muy frágil danzarina.
Sakura evocadora de tristeza...
Butterfly infeliz, trágica heroína.


Elvira Sierra
(Mayo 2013)


jueves, 23 de mayo de 2013

MI PERFUME





                                                   



  Mi perfume


Quiero hacer un perfume de alegrías
y aromarme con él cada mañana; 
impregnarme, y desde hora muy temprana
aspirar ese olor todos mis días.

Flor de azahar mezclada en melodías
con luz de luna azul de mi ventana,
más gotas de rocío en filigrana
extraídas del néctar de ambrosías.

Tres pizcas de jazmín envuelto en brisa,
dos granos del albor azul sureño...
sin que le falte nunca mi sonrisa.

Cuidaré la receta con empeño,
macerando su esencia en aire de isa;
contiene gota a gota mi gran sueño.


Elvira Sierra
(Mayo 2013)

martes, 21 de mayo de 2013

¿VOLVERÍA A AMAR?







¿Volvería a amar?

¿Volvería a amar?, hoy me pregunto,
¿a sentir galopar las emociones,
a entregar el amor sin condiciones?
¿Podrá éste renacer si está difunto?

Recelos, desconfianza y dudas junto
me impiden consumar las ilusiones,
mucho menos rendirme a las pasiones,
a iniciar entre dos un bello asunto.

Varado en una orilla está mi anhelo,
encallada en la arena se aja el alma
y el mar, con sus azules, da consuelo.

A pesar de todo, respiro en calma,
sonrío cuando a veces miro al cielo;
navegar por la senda azul me ensalma.

Elvira Sierra
(Mayo 2013)



lunes, 20 de mayo de 2013

¿LLORAR? ¿POR QUÉ?






 ¿Llorar? ¿Por qué?


Este es el libro de mi dolor: 
lágrima a lágrima lo formé; 
una vez hecho, te juro, por 
Cristo, que nunca más lloraré. 
¿Llorar? ¿Por qué? 

Serán mis rimas como el rielar 
de una luz íntima, que dejaré 
en cada verso; pero llorar, 
¡eso ya nunca! ¿Por quién? ¿Por qué? 

Serán un plácido florilegio 
un haz de notas que regaré 
y habrá una risa por cada arpegio, 
¿Pero una lágrima? ¡Qué sacrilegio! 
Eso ya nunca. ¿Por quién? ¿Por qué? 

Amado Nervo
(México 1870-1919)




sábado, 18 de mayo de 2013

CREER EN EL AMOR



                                                         
                                               (Fotomontaje sobre un fragmento de un Da Vinci)
                                                                   




   Creer en el amor


¿Creo en el amor?, es penitente,
es tan solo un concepto abstracto, triste.
Nada se muere cuando nada existe,
ni nada nace sin plantar simiente.

Replantar el amor no es suficiente,
además, el color se vuelve niste.
Nadie sabe si prende o se resiste;
solo esperas que exista realmente.

Atrás, quedan ya tiempos de añoranza
descreída. Espero que se despierte
y asome una luz  tenue de esperanza.

Daría cuanto tengo por tenerte,
por confiar y matar la desconfianza
en ti, ¡oh amor!, por volver a creerte.
  

Elvira Sierra
(Mayo 2013)





jueves, 16 de mayo de 2013

ALMA DESNUDA





Alena Plihal (pintora canadiense contemporánea de origen checo)



Alma desnuda


Soy un alma desnuda en estos versos, 
alma desnuda que angustiada y sola 
va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola, 
que puede ser un lirio, una violeta, 
un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta 
y ruge cuando está sobre los mares 
y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares 
dioses que no se bajan a cegarla; 
alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla 
con sólo un corazón que se partiera 
para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera 
dice al invierno que demora: vuelve, 
caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve 
en tristezas, clamando por las rosas 
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas 
a campo abierto, sin fijar distancia, 
y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia, 
de un suspiro, de un verso en que se ruega, 
sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega 
y negando lo bueno el bien propicia 
porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia 
palpar las almas, despreciar la huella, 
y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella, 
como los vientos vaga, corre y gira; 
alma que sangra y sin cesar delira 
por ser el buque en marcha de la estrella.


Alfonsina Storni
(Suiza 1892-1938)

martes, 14 de mayo de 2013

QUERIDA AMIGA







    Querida amiga

   Y tú me dices, amiga 
   y yo no quiero
   y me rebelo.
  Y lloro amigo
  y soy tu amiga
  y lloro…
 lloro
 y te deseo.

Elvira Sierra
(Agosto 2010)


EL POETA ES UN FINGIDOR

                                                           





El poeta es un fingidor.



El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente,
Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino sólo el que no tienen.
Y así en la vida se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama corazón.


Fernando Pessoa (Portugal 1888 - 1935)

lunes, 13 de mayo de 2013

TANTO AMOR



Victor Florencia Pollet (Francia 1811-1882)



Tanto amor


Hay tanto amor en mi alma que no queda 
ni el rincón más estrecho para el odio. 
¿Dónde quieres que ponga los rencores 
que tus vilezas engendrar podrían?

Impasible no soy: todo lo siento, 
lo sufro todo...Pero como el niño 
a quien hacen llorar, en cuanto mira 
un juguete delante de sus ojos 
se consuela, sonríe, 
y las ávidas manos 
tiende hacia él sin recordar la pena, 
así yo, ante el divino panorama 
de mi idea, ante lo inenarrable 
de mi amor infinito, 
no siento ni el maligno alfilerazo 
ni la cruel afilada 
ironía, ni escucho la sarcástica 
risa. Todo lo olvido, 
porque soy sólo corazón, soy ojos 
no más, para asomarme a la ventana 
y ver pasar el inefable Ensueño, 
vestido de violeta, 
y con toda la luz de la mañana, 
de sus ojos divinos en la quieta 
limpidez de la fontana...

Amado Nervo
(México 1870-1919)



     


sábado, 11 de mayo de 2013

SEMBRÉ ALEGRÍAS







Sembré alegrías


Hoy sembré pensamientos y alegrías
al abrigo de brisas del nordeste.
Son gualdas, moradas y azul celeste,
 fulgentes crecerán, aunque tardías.  

Formarán numerosas sinfonías
de colores, con flores en orqueste
vigilando que nada contrarreste
la ilusión, los cuidados y armonías.

Es la espera imaginada y confiada
de llenar el jardín de nueva vida;
es la espera por tiempo deseada.

Las regaré con agua enriquecida
con abonos de luna enamorada
y con lluvia de estrellas divertida.
                         

 Elvira Sierra
 (Mayo 2013)




POEMAS DE RENATA DURÁN


Rogelio de Egusquiza Barrena  (España 1845-1915)



    Estoy enferma de ti...


Estoy enferma de ti,
maltrecha adolorida.
Otros brazos me buscan
y no puedo abrazarlos.
Me besan y no puedo
responder con mis labios.
Ando desintegrada,
dispersa por el mundo.
Y solo hay un momento
en que me encuentro:
Cuando los dos 
jugamos a ser uno.
Cuando te siento
indefenso
en mis brazos,
y pierdes la conciencia 
de que nos separamos.




        Qué extraña manera de quererte...


Qué extraña manera de quererte.
Así de pronto me encuentro
amándote de adentro
como si alguna raíz,
la más profunda,
hubiera hecho contacto
con la más honda tuya
y se anudaran hundiéndose
más y más en la tierra,
buscando el agua profundísima
de un amor singular, que no 
                                             pregunta,
que sabe todo. Hasta lo que tú y yo
                                          ignoramos.




           Te esperaré del lado del silencio...      


Te esperaré del lado del silencio.
Entre las sombras de las lentas horas.
Te esperaré en el fondo de mis sueños
allí donde comienzan nuestras cosas.
En ese después del tiempo
donde podemos ser nosotros.
Desnudos, al fin, para los besos
más profundos y locos. Para la piel.
Te esperaré en la espuma del mar
interminable. Tú tocarás el aire
con mi cuerpo. Siempre vas a cantar
sabiendo que te espero.


II


Voy a morir contigo cualquier tarde.
Después de ti no quiero a nadie.
Todo el deseo del mundo claudica
entre tus brazos. No hay más allá de ti,
es el amor que nunca se reparte.
Llegaste a ser mi pasión única.
No somos una ilusión cobarde,
si tú no luchas, no lucharé tampoco.
Aceptaré que el tiempo te arranque
de mi lado y moriré esta tarde.



Renata Durán (Colombia 1950)

viernes, 10 de mayo de 2013

ÓYEME CON LOS OJOS. SENTIMIENTOS DE AUSENTE


Dino Walls (Zaragoza 1959)




  Sentimientos de Ausente

Amado dueño mío,
Escucha un rato mis cansadas quejas,
Pues del viento las fío,
Que breve las conduzca a tus orejas,
Si no se desvanece el triste acento
Como mis esperanzas en el viento.

Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos; 
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo muda.

Si del campo te agradas,
Goza de sus frescuras venturosas
Sin que aquestas cansadas
Lágrimas te detengan enfadosas;
Que en él verás, si atento te entretienes
Ejemplo de mis males y mis bienes.

Si al arroyo parlero
Ves, galán de las flores en el prado,
Que amante y lisonjero
A cuantas mira intima su cuidado,
En su corriente mi dolor te avisa
Que a costa de mi llanto tiene risa.

Si ves que triste llora
Su esperanza marchita, en ramo verde,
Tórtola gemidora,
En él y en ella mi dolor te acuerde,
Que imitan con verdor y con lamento,
Él mi esperanza y ella mi tormento.

Si la flor delicada,
Si la peña, que altiva no consiente
Del tiempo ser hollada,
Ambas me imitan, aunque variamente, 
Ya con fragilidad, ya con dureza,
Mi dicha aquélla y ésta mi firmeza.

Si ves el ciervo herido 
Que baja por el monte, acelerado
Buscando dolorido
Alivio del mal en un arroyo helado,
Y sediento al cristal se precipita,
No en el alivio en el dolor me imita,

Si la liebre encogida
Huye medrosa de los galgos fieros,
Y por salvar la vida
No deja estampa de los pies ligeros,
Tal mi esperanza en dudas y recelos
Se ve acosa de villanos celos.

Si ves el cielo claro,
Tal es la sencillez del alma mía;
Y si, de luz avaro, 
De tinieblas emboza el claro día,
es con su oscuridad y su inclemencia,
imagen de mi vida en esta ausencia.

Así que, Fabio amado 
Saber puede mis males sin costarte
La noticia cuidado,
Pues puedes de los campos informarte;
Y pues yo a todo mi dolor ajusto,
Saber mi pena sin dejar tu gusto.
Mas ¿cuándo ¡ay gloria mía!
Mereceré gozar tu luz serena?

¿cuándo llegará el día
que pongas dulce fin a tanta pena?
¿cuándo veré tus ojos, dulce encanto,
y de los míos quitarás el llanto?

¿Cuándo tu voz sonora
herirá mis oídos delicada,
y el alma que te adora,
de inundación de gozos anegada,
a recibirte con amante prisa
saldrá a los ojos desatada en risa?

¿Cuándo tu luz hermosa
revestirá de gloria mis sentidos?
¿y cuándo yo dichosa,
mis suspiros daré por bien perdidos,
teniendo en poco el precio de mi llanto?
Que tanto ha de penar quien goza tanto.

¿Cuándo de tu apacible 
rostro alegre veré el semblante afable,
y aquel bien indecible
a toda humana pluma inexplicable?
Que mal se ceñirá a lo definido
Lo que no cabe en todo lo sentido.

Ven, pues, mi prenda amada,
Que ya fallece mi cansada vida
De esta ausencia pesada;
Ven, pues, que mientras tarda tu venida,
Aunque me cueste su verdor enojos,
Regaré mi esperanza con mis ojos.


Sor Juana Inés de la Cruz
                                                Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana

 Sor Juana (México 1651-1695)





miércoles, 8 de mayo de 2013

POEMA A LOS AMIGOS. JORGE LUIS BORGES


                         

                                                    Jorge Luis Borges (Argentina 1899-1986)




                              Poema a los Amigos


No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, 
Ni tengo respuestas para tus dudas o temores 
Pero puedo escucharte y compartirlo contigo 
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro. 
Pero cuando me necesites estaré junto a ti. 
No puedo evitar que tropieces. 
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. 
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos. 
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz. 
No juzgo las decisiones que tomas en la vida. 
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides. 
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, 
Pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer. 
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón. 
Pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo. 
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser. 
Solamente puedo amarte como eres y ser tu amigo. 
En estos días pensé en mis amigos y amigas, entre ellos, apareciste tu. 
No estabas arriba, ni abajo ni en medio. 
No encabezabas ni concluías la lista. 
No eras el número uno ni el número final. 
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu 
lista. 
Basta que me quieras como amigo. 
Gracias por serlo.

Jorge Luis Borges


  

martes, 7 de mayo de 2013

¿A QUÉ HUELE LA TRISTEZA?


... Dime amor, dime ¿A qué huele la tristeza?




  ¿A qué huele la tristeza?

Dime amor, dime, ¿a qué huele la tristeza?
¿Tiene aroma en enero de mimosa,
o, tal vez en primavera huela a rosa,
olerá a azahar flor de pureza?

¿La perfuma el jazmín con su belleza?
¿Retiene la fragancia deliciosa
de nardos en la noche silenciosa
cuando la luna invita a la terneza?

¿Será la azul lavanda su fragancia
llenando inmensos campos de color,
de serena dulzura, de elegancia?

Yo no sé si la tristeza huele a flor,
compañera muy fiel desde la infancia...
solo sé que respiro con su olor.

 Elvira Sierra
(Mayo 2013)




MATERNIDAD José Pedroni

                                                                     
                              

                                                                          Maternidad




He aquí que tu dulce palabra ha sido oída
cuando estaba, en la angustia, por no ser repetida.
En tu estupor, dichosa, te tocas sin querer,
y yo, venido a manos, no lo puedo creer.
¡Ah, tú!, bien que en su noche mi fe te entreveía
como la luz del día;
por algo, desde lejos, el viento del destino
me trajo a tu camino.
Yo dije: -Tengo el alma como una piedra dura,
y la piedra, arrojada, cayó en el agua pura.
Lo mismo hubiera sido
que cayera en el polvo del olvido...-.
¡Oh, no!, por algo grande tu corazón profundo
con toda mi tristeza me sentía en el mundo;
por algo que era santo mi vida fue esperada,
y la tuya, tan suave, para siempre entregada.



Desde que sé, oh amiga, que llevas el misterio,
tu nombre es la caricia de mi semblante serio;
del corazón me vienen palabras de alabanza,
y las manos me tiemblan ligeras de esperanza-
mis manos como niños que ríen olvidados
después de haber llorado.
Pienso vivir en calma; deseo ser mas justo;
quiero quererte siempre; y he aquí otro gusto
le siento al pan del día, que no en vano se besa,
y al agua del aljibe, y al vino de tu mesa.
Tengo los ojos nuevos, y el corazón. Admiro
las cosas más humildes, y te miro y te miro
sin hablar.
¡Oh, todo por el hijo que tengo que esperar!



Esperar...Es tan dulce la espera acompañada
para quien , siempre solo, nunca ha esperado nada.



Todo en la casa es suave; todo en la casa es santo.
Tu canto, lento y fácil, es un sagrado canto.
-Hay un olor de espiga en mis libros leídos
y olor de santidad en tus vestidos-.
Tu andar, por lo que llevas, se ha vuelto silencioso.
Tus ojos se entrecierran en límpido reposo.
Y en todo sitio dejas tu bienquerer ufano,
que se te pierde solo, como arena en la mano.



Oh, sepan los que sufren de lo que yo he sufrido,
cómo mi vida es mansa con lo que se ha cumplido;
como el milagro antiguo de Moisés y la roca
inesperadamente se repitió en mi boca;
porque en mi boca, amigos, esta palabra pura
es como el agua clara sobre la piedra obscura.
Oh, sepan los que tienen una tristeza vieja,
cómo el feliz anuncio desbarató mi queja,
y me dejó lo mismo que saco ceniciento
desempolvado al viento.
Oh, sepan los que llevan al cuello desventura,
cómo en un solo día se perdió mi amargura.
Oh, sepan cómo es fuerte mi mano apresurada,
que quiere hacerlo todo, sin saber hacer nada;
cómo mi voz es dulce, después que fue tan grave;
cómo mi amor es simple; cómo mi vida es suave...



Mujer: en un silencio que me sabrá de ternura,
durante nueve lunas crecerá tu cintura;
y en el mes de la siega tendrás color de espiga,
vestirás simplemente y andarás con fatiga.
-El hueco de tu almohada tendrá olor a nido,
y a vino derramado nuestro mantel tendido-.
Si mi mano te toca,
tu voz, con la vergüenza, se romperá en tu boca
lo mismo que una copa.
El cielo de tus ojos será cielo nublado.
Tu cuerpo todo entero, como un vaso rajado
que pierde un agua limpia. Tu mirada un rocío.
Tu sonrisa la sombra de un pájaro en el río.



Y un día, un dulce día, quizás un día de fiesta
para el hombre de pala y la mujer de cesta;
el día que las madres y las recién casadas
vienen por los caminos a las misas cantadas;
el día que la moza luce su cara fresca,
y el cargador no carga, el pescador no pesca...
-tal vez el sol deslumbre; quizá la luna grata
tenga catorce noches y espolvoree plata
sobre la paz del monte; tal vez en el villaje
llueva calladamente; quizá yo esté de viaje...-.
Un día, un dulce día, con manso sufrimiento,
te romperás cargada como una rama al viento.
Y será el regocijo
de besarte las manos, y de hallar en el hijo
tu misma frente simple, tu boca, tu mirada,
y un poco de mis ojos, un poco, casi nada...



  José Pedroni (Poeta argentino 1899-1968)




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