En mi almohada
A mi almohada vienes cada noche
y me entregas tu amor de madrugada,
yo me siento feliz e idolatrada,
complacida a pesar de este trasnoche.
Cuando llegas, de amor haces derroche
y te seduce el verme sofocada,
prolonga el susurro la alborada
allí todo es amable, no hay reproche…
Me embriagas de placer, recitas versos,
al oírte me rindes con tu encanto
y juntos recorremos universos.
Deseo que no llegue el desencanto,
estar en la pasión por siempre inmersos…
¡No pensaba volver a querer tanto!
Elvira Sierra
(Octubre 2010)
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