¡Maldito amor!
Te digo adiós y te sonrío,
llevo de vacío los ojos llenos.
Reniego de ti, de tu andar felino,
reniego de mí, de mi deambular
y de perderme en un no rumbo
que me lleva a ningún lado,
de no encontrarme…
Así te enfrento ahora
en este alba, sollozando,
maldiciendo desahuciada…
Muérete de una vez y desaloja
mi cuerpo y mi alma de esta angustia.
Por qué amar tanto… ¡maldito amor!
sin querer maldecir, maldigo
y me maldigo, ¡yo me maldigo!
maldigo tus besos, maldigo tu amor…
y te maldigo, ¡maldito seas!... maldito.
¡Maldito seas, amor mío…!
Elvira Sierra
(Marzo 2013)
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