Luna ajena
No escucharás mi llanto, me callaré la pena.
No pronuncio tu nombre, nadie sabe que existes.
Como un perro te busco en las noches tan tristes
e incompletas de luna, que se me oculta ajena.
Aunque ya no te tengo, de ti reboso llena,
llena de sinsabores, engaños y contristes,
de dudas naufragadas en el mar que subsistes,
de la sal de tu boca que traidora... envenena.
Te lloraré en silencio, por el resto, en las sombras.
¡Que de mí no te acuerdas! Presumes altanero;
yo sé que todavía cuando tú amas, me nombras...
El que no quiso a nadie, me quiso por entero;
por entero sus miedos frenaron sus alondras,
que enmudecieron locas sin él... su mensajero.
Elvira Sierra
Julio 2014
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