Mi flor
Liba mi flor;
¡líbame amor, liba mi flor...!
Ardiente, mi pensamiento,
te llama, te envía su mensaje
y su reclamo mientras se abre
lentamente la orquídea nacarada
que convertiste en salvaje
y que hoy vespertina te espera
en la tenue luz del recuerdo.
El deseo me invade por momentos
y noto en la cumbre de mi monte
ese leve y dulce cosquilleo
de mil alas danzarinas ascendentes
que alegres flamean
invadiendo el fluir de mi torrente.
Trémulos tallos son mis piernas
esperando el rocío de la aurora,
mientras las aladas alevillas
se agolpan sin piedad en mi garganta
dudando entre quedar o liberarse
esperando la última nota del crescendo...
El dúo de las flores se termina
se desborda el néctar de su cáliz…
¡líbame amor, liba mi flor!
¡Cómo recuerdo tu boca...
cuánto, cuánto todavía!
Elvira Sierra
Junio 2014
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