Plaza del olvido
Tu ausencia me saluda,
me abraza,
me besa, me corteja en mi desvelo;
alumbra el alba de luna enamorada.
Refulge en mi presencia. Seductora
ciega mis días con los dulces ayeres
que me apartan del hoy y del mañana.
Tu ausencia me retiene,
me encandila,
me acompaña fiel en todo instante.
Al atardecer, en la hora del ocaso
me acaricia sonriente y se aleja…
La luz se apaga, se esfuma el hechizo
y estoy de nuevo sola, sola en mi derrota,
sola en mi rincón,
¡olvidada en la plaza del olvido!
me abraza,
me besa, me corteja en mi desvelo;
alumbra el alba de luna enamorada.
Refulge en mi presencia. Seductora
ciega mis días con los dulces ayeres
que me apartan del hoy y del mañana.
Tu ausencia me retiene,
me encandila,
me acompaña fiel en todo instante.
Al atardecer, en la hora del ocaso
me acaricia sonriente y se aleja…
La luz se apaga, se esfuma el hechizo
y estoy de nuevo sola, sola en mi derrota,
sola en mi rincón,
¡olvidada en la plaza del olvido!
Elvira Sierra
(Agosto 2010)
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