Ven a besar mi boca
Ven a besar mi boca, vida mía,
que me muero de sed en el desierto
de la ausencia que trae el desconcierto
y ni el agua me calma en mi agonía.
Son besos que me llenan de alegría,
con ellos el amor se vuelve cierto
y el corazón no quiere ser liberto.
¡Ven a besar mi boca cada día!
¡Bésame amor! Tan sólo con tus besos
se cerrará por siempre nuestra herida,
volviendo los deseos inconfesos.
Me alimenta el besarte sin medida,
cada segundo, en dulces embelesos.
¡Bésame cada instante de mi vida!
que me muero de sed en el desierto
de la ausencia que trae el desconcierto
y ni el agua me calma en mi agonía.
Son besos que me llenan de alegría,
con ellos el amor se vuelve cierto
y el corazón no quiere ser liberto.
¡Ven a besar mi boca cada día!
¡Bésame amor! Tan sólo con tus besos
se cerrará por siempre nuestra herida,
volviendo los deseos inconfesos.
Me alimenta el besarte sin medida,
cada segundo, en dulces embelesos.
¡Bésame cada instante de mi vida!
Elvira Sierra
(Diciembre 2010)
Hola Elvira. Veo en este poema tuyo un precioso canto de una mujer enamorada. Primero te felicito por los versos tan bien construidos y por su transparente belleza, segundo por la sensibilidad que en ellos se insinúa y tercero porque sospecho que puede haber alguien en ese corazón que lo hace latir aceleradamente.
ResponderEliminarAl menos eso es lo que sugiere tan cálida composición.
Un beso.
C. Arroyo
Hola Carlos, de nuevo por aquí, gracias, muchas gracias; es un placer para mí tu visita, así como tus palabras siempre cargadas de luces positivas que me iluminan...
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