Dolor de ausencia
Amor, no me preguntes y regresa;
siento tanto dolor en esta ausencia
que se clava en mis labios con violencia
un soplo aún muy ardiente que me besa.
Es un beso que me hiere y atraviesa.
Hecha puñal, tu boca sin clemencia
me lacera la carne y la conciencia,
me anula la razón; de mí hace presa.
Te ruego que me cures esta herida,
tengo el pecho sangrante, en carne viva;
la esperanza y mi fe casi perdida.
Sin cárcel ni prisión vivo cautiva
de esta llaga febril e indefinida
que el sol cada mañana reaviva.
Elvira Sierra
Febrero 2014
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