Pavesa destructora de la calma, hoguera que de súbito calcina y encendida de forma repentina, desarma a la razón; te abrasa el alma. Serpentina invasora del sosiego, flama devoradora que te ciega; catástrofe total, tragedia griega que fomenta y aviva siempre el fuego. Llamaradas rojizas de locura están siempre candentes y al acecho ascienden crepitando por el pecho donde queda escondida la ternura. La pira te consume, allí agonizas. Es ascua enamorada que hace llama da vida al corazón, todo lo inflama y al final solo quedan las cenizas.
Es la flor del cerezo en primavera que tras tenaz empeño al fin florece y se agarra a la rama en la que crece brindando con el cielo en lenta espera. Años tarda en brotar por vez primera cuando en el árbol tímida aparece, pero al lograr nacer pronto perece; es luchar por la vida aunque se muera. Es roja la pasión de su belleza que refulge en su piel brillante y fina; seductora en la boca es la cereza. Botón sutil, muy frágil danzarina. Sakura evocadora de tristeza... Butterfly infeliz, trágica heroína.